Germinar semillas puede parecer una misión imposible al principio, pero con los consejos correctos y un poco de paciencia, vas a ver cómo tus plantitas empiezan a brotar como por arte de magia. Acá te dejamos la receta secreta (que no es tan secreta) para que tu experiencia sea un éxito total.
Primero lo primero: seguí el método que compartimos en nuestra web. No es cualquier tutorial sacado de Youtube, es un paso a paso pensado para que no te equivoques ni una vez. Desde el remojo inicial hasta el momento de pasar las semillas a tierra, cada detalle cuenta.
Las semillas son como nosotros cuando tenemos sed: necesitan humedad constante. Pero ojo, no las ahogues, que tampoco queremos hacerles un jacuzzi. Usá un paño húmedo o algodón para mantenerlas hidratadas sin exagerar.
Nada de usar cualquier maceta o tierra sin lavar. La higiene es clave para evitar que hongos o bacterias arruinen todo. Esterilizá los recipientes y usá agua limpia. Así, las semillas van a estar en un ambiente seguro para crecer fuertes y sanas.
Las semillas prefieren un clima agradable, como el que tenemos en Buenos Aires en primavera. Lo ideal es mantenerlas a una temperatura entre 20 y 25 grados. Si hace frío, podés improvisar un mini invernadero casero con un plástico transparente para mantener el calor.
Porque una buena germinación es la base de una planta feliz y, seamos sinceros, nada más lindo que decir "yo lo hice" cuando veas los primeros brotes. Así que manos a la obra, que con estos tips vas a ser el master de la germinación.
¡Suerte y que crezcan esas plantas como chinches!